El control de esfínteres es un hito del desarrollo con una base fisiológica muy importante, su adquisición no depende de la voluntad del niño o la niña, ni de lo que hagamos desde fuera los adultos, sino que es un proceso que el niño y la niña logra de manera autónoma y progresiva, cada uno a su ritmo.
Para que haya un control de esfínteres es
necesario, primero, una suficiente maduración fisiológica, pero también es
necesario que haya una maduración cognitiva, para que el niño y la niña
entiendan las explicaciones que le damos sobre el proceso, sobre lo que pasa, y
lo que se espera de él o ella. Y por último, y no menos importante, es
necesario una maduración emocional.
¿Qué pasa si llega el momento y nuestros hijos o hijas no están preparados para el control de esfínteres?
Se puede decir que no se ha encontrado nada que hable expresamente sobre el control de esfínteres y la prohibición de acceder al sistema educativo con pañal, ya que nadie puede discriminar a nuestro hijo o hija o excluirlo del sistema educativo por no controlar esfínteres.
La educación además de ser inclusiva y no discriminatoria ha de ser flexible y se adapta a las necesidades del alumno dando respuestas a esa diversidad.
Como ya hemos mencionado, tiene un importante componente emocional, ya que cada niño y niña es único (a) y tiene sus propios ritmos y necesidades.
Obligar a un niño o niña que no está preparado a ir sin pañal, no contribuye en absoluto a su desarrollo afectivo, porque no se sentirá seguro, lo que también dificultará su integración social. Tampoco habrá un adecuado desarrollo intelectual, porque hay un malestar emocional que no va a facilitar el aprendizaje.
El proceso de control de esfínteres es un proceso con implicaciones psicológicas, cognitivas y emocionales. Es progresivo, no es algo que se logre de un día para otro, requiere tiempo, paciencia y mucha delicadeza y acompañamiento.
Hay que tener en cuenta que “El pañal se deja, no se quita”, el niño o la niña debe ser el protagonista de este proceso. Su proceso es natural y como padres debemos estar atentos a las señales del niño o la niña y preparar un ambiente que le haga sentir capaz, útil y seguro de sí mismo.
Claudia Orellana Flores
Educadora Diferencial
Colegio Veinte de Agosto
Cuando se habla de socialización, estamos hablando del proceso por el cual el ser humano tiene la necesidad de interactuar y compartir, adquiriendo así pautas sociales y culturales dentro del entorno donde se desarrolla.
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